Un elefante separado de su madre a una edad temprana lloró al ser liberado de sus cadenas y devuelto a la naturaleza tras una vida dura.

Tailandia es famosa por sus elefantes. Utilizan estos majestuosos animales para atraer turistas, ya sea para espectáculos o paseos sobre sus lomos.

Elephant tears: Newborn weeps after being parted from mother who tried to  kill him | Metro News

Lo que muchos visitantes no saben es que estos elefantes en cautiverio son maltratados a diario por sus cuidadores.

Desde muy pequeños, los elefantes son separados de sus madres por personas que los doman para fines turísticos. Como estos gigantes amables generan mucho dinero, muchos de estos lugares han empezado a llamarse “santuarios” o “refugios escondidos” para suavizar las crecientes denuncias en su contra.

Elephant tears: Newborn weeps after being parted from mother who tried to  kill him | Metro News

Durante años, activistas por los derechos de los animales han luchado por liberar a estos elefantes de su cautiverio. Afortunadamente, algunos grupos han tenido éxito, como el que logró liberar a Khum Min.

Khum Min eга un elefante usado para caminatas turísticas en el norte de Tailandia.

Se trata de un elefante asiático, una especie en peligro de extinción. Muchos de estos elefantitos son arrancados de sus madres en un proceso сгᴜeɩ llamado Phajaan, un método de sometimiento.

Being an 'Elephant Mom' in the Time of the Tiger Mother - The Atlantic

A los ocho años, los elefantes comienzan su entrenamiento como animales de carga. Khum Min fue, tristemente, uno de tantos destinados a esta vida, pasando sus días en un campamento para caminatas turísticas.

Dondequiera que iba, Khum Min estaba encadenado y obligado a permanecer de pie sobre concreto durante horas. En estas condiciones envejecen, y resulta desgarrador que seres tan poderosos e inteligentes sean tratados así.

Pero un grupo de personas notó a Khum Min.

Rowan Hetherington y su equipo decidieron liberarlo y romper sus ataduras. Caminaron hasta el lugar donde sería liberado, en el norte de Tailandia, hablándole con ternura mientras avanzaban junto al viejo y cansado elefante.

Finalmente llegaron al sitio. Khum Min se encontraba sobre un nuevo césped.

Elephants really do grieve like us: They shed tears and even try to 'bury'  their dead - a leading wildlife film-maker reveals how the animals are like  us | Daily Mail Online

Desde el cuello hasta las patas, estaba atado con cadenas. El equipo de Rowan comenzó a retirarlas con delicadeza, y parecía que Khum Min comprendía lo que estaba ocurriendo, pues se mantuvo tranquilo en todo momento.

Baby elephant. Too adorable for words.

Mientras dos de los rescatistas lo liberaban, uno acarició suavemente su trompa y le dijo: “Eres un buen chico, ¿verdad? Vas a vivir una vida de lujo”.

Tras lo que pareció una eternidad, Khum Min finalmente dejó atrás su dura vida en el campamento. Sin dudarlo, dio su primer paso hacia la libertad. Rowan y su equipo, emocionados, rompieron en lágrimas de felicidad. El elefante empezó a caminar hacia los árboles, rumbo a una aldea remota donde se uniría a otros elefantes.