
Una Madre Luchadora en las Calles 
Una mañana fría, las calles aún estaban húmedas por la lluvia de la noche. Una perra callejera, delgada y cojeando, se acercó lentamente a un pequeño puesto de comida. Su pelaje empapado y enmarañado contaba la historia de lo que había soportado.
Se apoyó con cuidado contra el mostrador, apenas con fuerzas para mantenerse en pie, mirando adentro con ojos cansados y suplicantes. No buscaba comida para ella… sino para sus pequeños cachorros escondidos en un callejón cercano .
Pero en lugar de ayuda, recibió indiferencia. Nadie habló. Nadie ofreció simpatía. Retrocedió con silenciosa tristeza, llevando consigo la decepción en cada movimiento .

Cuando finalmente regresó a su “refugio temporal”, junto a bolsas viejas de basura, vio a sus cachorros acurrucados bajo un trapo desgastado. Se acostó suavemente junto a ellos, cubriéndolos con su calor y mirando con una mezcla de amor y dolor. Hoy… no tenía nada que llevarles.
Pero incluso en la desesperación, su amor permanecía intacto. Su sacrificio y dedicación nos recuerdan que cada vida merece cuidado y compasión.
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