Con el corazón ligero y su pequeña trompa moviéndose al ritmo de la alegría, la cría rescatada trotaba junto a su nueva manada—por primera vez, envuelta en el calor de una familia que nunca conoció, pero que ya sentía como suya.

 

Cuando Phabeni tenía apenas cuatro meses, fue visto vagando solo cerca del Parque Nacional Kruger en Sudáfrica, sin rastro de su madre ni de su manada.

Nuestro socio, HERD, corrió en su ayuda. Encontraron a la pequeña cría cubierta de heridas de la cabeza a los pies y con signos evidentes de desnutrición y deshidratación severas. Por su estado, es probable que Phabeni estuviera solo desde hacía varios días.

Para ponerlo en perspectiva, las crías de elefante son muy parecidas a los niños humanos: dependen totalmente de sus madres durante toda su infancia y adolescencia. Normalmente permanecen con ellas hasta alrededor de los 16 años.

Nuestro socio es un orfanato de elefantes comprometido que brinda cuidados las 24 horas y una nutrición especializada a crías huérfanas a causa de la caza furtiva o las trampas. Actualmente, el equipo cuida de 17 elefantes rescatados.

La necesidad más urgente de Phabeni en este momento es una fórmula láctea especial. Esta fórmula imita de forma muy precisa la leche materna y es сгᴜсіаɩ para su supervivencia.

Las crías de elefante huérfanas son especialmente vulnerables durante las primeras semanas tras su rescate, y dependen en gran medida de una nutrición adecuada, cuidados constantes y compañía.

Como seres sociales acostumbrados a los lazos familiares estrechos, los elefantes necesitan de otros elefantes para su bienestar y supervivencia. Una vez completamente recuperados, los huérfanos de HERD son introducidos gradualmente a la manada Jabulani —una familia única y unida de 17 elefantes rescatados y huérfanos de Zimbabue y Sudáfrica, que siempre reciben con cariño a las nuevas crías.

Phabeni tiene compañía y consuelo constantes en Lammie, su madre adoptiva —una oveja que nunca lo deja solo…
Crédito: HERD