El hombre, cuya compasión no conoce límites, acogió al carpincho bajo su cuidado, ayudándolo a recuperar la salud con paciencia y cariño. Con el tiempo, el vínculo entre ellos se hizo más fuerte, convirtiéndose en una entrañable amistad que cautiva a todos los que los ven juntos.
Ya sea compartiendo una comida, relajándose junto al río o simplemente disfrutando de la compañía del otro, su conexión es indudablemente dulce. El carpincho sigue al hombre a todas partes, respondiendo a su voz e incluso acurrucándose cerca cuando es hora de descansar. Su histori
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